QUE NERVIOS...

Sentado en el sofa me mordía las uñas. Los nervios de saber que hoy me iba a llegar el paquete podían conmigo.

Ni el primer libro de Stieg Larsson lograba acaparar mi atención en un día como hoy, y eso que estaba siendo uno de los pocos libros que me tenía enganchado pero hoy, concretamente hoy, sabiendo lo que iba a acontecer, era imposible.

Me puse con la PDA del curro para ver si así lograba poner mi mente en otro lado pero tampoco fui capaz.

Miraba el reloj cada poco, y el timbre no sonaba.

Mis uñas de los dedos meñique y pulgar de ambas manos estaban ya bajo mínimos.

Navego un rato por internet pero...no me sirve de nada.

Llego a asomarme a la ventana creyendo que mi presencia en ella como si de un jubilado me tratase, aceleraría el proceso pero no. A los 10 minutos vuelvo a cerrar la ventana y busco otro quehacer.

Los minutos pasaban como si fuesen horas. ¿Quizás no llegaría hoy? ¿Y si se han equivocado con la dirección? ¿Habría rellenado bien todos los formularios?

Repaso mentalmente todo el proceso y todo parece correcto. Igualmente vuelvo a calcular y confirmo que hoy es el día. Y aún no está aquí, lo que me pone más taquicárdico aún.

Me tiro en el sofá y repaso mentalmente el partido jugado el fin de semana con mi equipo..."que pena aquel tiro que no me entró".

Empezaba mi segundo repaso a todos los fallos que había cometido y mi mente empezaba a volar, y la imaginación a coger tintes de fantasía de manera que el partido que estaba en mi mente ahora, no se asemejaba en nada al real: canastas imposibles, pases increibles, rebotes espectaculares, incluso un contraataque "coast to coast", iba embalado hacia el aro contrario, me sentía con una fuerza fuera de lo normal, más veloz que nunca, paso el medio campo y tras pasar la linea de tres, un jugador se interpone entre mi y el aro; salto como nunca antes lo había hecho pasando por encima del contrario y.....RINGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!

Salto del sofa como un resorte!!! Había sonado el timbre de casa y me había despertado. Me ubico y voy corriendo a abrir la puerta.

YA ESTABA AQUÍ!!!! Mi tesoro!!! Después de tantos nervios ya podía disfrutarla, ya era mía.

Que pena que el trasportista no hubiese llamado al timbre unos segundos después. Me quedé con las ganas de saborear qué significaba hacer un mate...aunque fuese soñando.

Saludos bloggeros!!!