Naciendo en 1978 y jugando al basket desde que tenía 10 años osea, allá por el 88 y en categoría de primer año alevín en mi colegio de siempre, Las Ursulinas de Gijon, tenía la gran suerte de que esa pasión por el basket ya la "mamaba" en casa gracias a mi padre que me llevaba todos los fines de semana que jugaba el Lagisa Gijón por aquella en el Pabellón de La Arena. Allí pude conocer en persona al primer jugador norteamericano que veía en vivo en mi vida: Cornelius, algo que me impactó sobremanera.
Fue por aquella época cuando tras suplicar a mi padre durante bastante rato, conseguí mi primera revista de basket: GIGANTES DEL BASKET. Era pleno verano y coincidía con la final entre Barca y Real Madrid, y que los azulgranas dominaban por 1-0. Jugadores como Jimenez, Costa, Sibilio, Solozabal, Epi, Trumbo, Biriukov, Branson, los hermanos Martín, Corbalám, o el actual comentarista de La Sexta Iturriaga, disputaban a muerte el título de liga.
Precisamente el Lagisa había caido eliminado en el Play Off por el título de la llamada por aquella Primera B, victima del Toshiba , y que en la siguiente ronda jugaría contra el Valvi Girona que en sus filas contaba con uno de los máximos anotadores de la categoría: Jimmy Wright. Continuaban camino del título equipos míticos como el Tenerife de Beirán, el Askatuak de San Sebastian de Abdul Jeelan, el Breogan de Manu Sanchez, el Mayoral de Ray Smith, el Clesa de Aller y Lavodrama o el Pamesa de Mayes. Y se jugaban la supervivencia de no descender otros como el Celta, el Elosúa Leon de Hollis (que lograba anotaciones de hasta 49 puntos), el Andorra de Farfán, el Feiraco de Schultz, el Guadalajara de Glass, el Badajoz de Davis, el Lliria de Palombizio, o el Ourense de Dardé.
Recuerdo que siempre me sentaba en el mismo lugar del pabellón para que mi padre supiese donde me encontraba ya que se pasaba todo el partido entrando y saliendo del pabellón sobretodo en los momentos decisivos debido a los nervios.
Ese fue mi primer contacto con el basket, aquel año que marcaría mi vida para siempre ya que fue el principio de seguir una filosofía de vida ligada siempre al deporte del aro.
Más allá que la afición al basket, hoy quiero destacar concretamente el por qué soy un bicho raro (aunque cada día que pasa lo soy un poco menos porque cada vez hay mas aficionados a ello) por ser un aferrimo de la NCAA. Infinidad de veces me han preguntado amigos, compañeros, y demás el por qué de esa afición. "Pero si esa liga no la conoce nadie" " Pero quien narices juega ahí" "Pero como me comparas eso con la NBA". Seguro que a mucha gente como yo les suenan estas frases. Pues bien, el nacimiento de esta pasión surge un 5 de Abril de 1993. Un gran amigo mio me propone ver una final de una liga que yo jamás había oido que existía. "Que sí, que te va a gustar" "Pero si no conozco a nadie". Nunca antes había oido que hubiese equipos que se llamaban North Carolina o Michigan, y a mi me sonaba como a selecciones de los estados correspondientes. Que ingenuidad la mia. Y además con apodos como Tar Heels o Wolverines.
Además era de madrugada así que casi haciendole un favor a él, confirmé mi presencia para tal evento, sin saber que el que el que estaba haciendo un favor era él a mi, ya que a día de hoy soy yo más fanático que él.
Yo me quedé alucinando de lo que estaba viendo. Que manera de jugar, que ambiente había en el pabellón, que emoción. Nunca antes había visto algo así. Jugadores que luego serían estrellas en la NBA como Chris Webber, Jalen Rose, o Juwan Howard mantenían mis ojos como platos (Estos 3 jugadores junto a Jimmy King y Ray Jackson se les denominó como los FABULOUS FIVE ya que marcaron un antes y un después en la historia de la Universidad de Michigan). Nunca antes había visto tantos espectadores en un pabellón viendo un partido de basket. Y además el partido en sí que se convirtió en histórico ya que a falta de 11 sg para terminar y con North Carolina dominando por un apretado 73-71, un balón que cae en las manos de Webber de Michigan, el jugador hace gesto de pedir tiempo muerto, algo también nuevo para mi porque yo no sabía que los jugadores en esa liga podían solicitar tiempos muertos, pero, con un matiz, que si lo haces y no quedan disponibles, te sancionan con una Técnica. Y ese fue el caso: lo que pudo ser el ataque de los Wolverines para empatar o ponerse por delante se convirtió en sentencia de muerte ya que los Tar Heels convirtieron los 2 tiros libres de la Tecnica y otros 2 puntos más posteriores dejando el 77-71 final para proclamar campeon de la NCAA a North Carolina.
Esa noche dormí poco intentando asimilar todo lo que había visto ese día. Además me prometí a mi mismo que un día en mi vida iría en persona a ver una final de la liga universitaría.
Puedo decir que desde ese año no me he perdido ni una sola Final Four de la NCAA en televisión, y que además he cumplido mi promesa de asistir en persona a una Final Four, concretamente la última en Detroit, y puedo garantizar que ha sido una experiencia inolvidable y que si puedo, mantendré como una costumbre o viaje obligado anual. Allí me hice con revistas, libros y demás documentación y "merchandising" relacionado con la NCAA. Ver las aficiones antes de los partidos por las calles de la Mo-Town con sus vestimentas y sus pinturas de guerra. Verlos animar dentro del pabellón (ver video)...no tengo palabras.
Guías anuales con todas las plantillas, camisetas y pantalones de equipos NCAA, paginas web, blogs, foros relacionados con la liga universitaria americana...y muchas cosas más forman parte de mi día a día. Incluso mucha parte de los posts de este blog.
Así, a dia de hoy, y repito que aunque cada vez seamos más los aficionados a esta parte tan concreta del basket, aún me siento a veces raro, pero eso si, muy orgulloso de mi afición, y hasta mi madre sabe ya lo que es la NCAA y lo que ello significa para mi.
Pues bien, mi intencion hoy era precisamente esa, transmitiros del por qué de mi afición tan peculiar, y agradeceros a los que habitualmente seguis el blog y lo leeis.
Saludos bloggerosssss
2 comentarios:
Me acuerdo de ese partido. Como un jugador tan tremendo como Webber pudo meter la pata de esa manera (además yo iba con los Wolverines). Pero eso vino a demostrar porque la NCAA es tan genial, no hay competición más impredecible y emocionante.
Ummmm, por cierto quien sería ese amigo que te dio a conocer la NCAA.........
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